Los Factores Ambientales que impulsan a comer en forma excesiva

05 mayo 2008


Las señales ambientales tienen que ver con factores sociales como cumpleaños, matrimonios, bautizos, reuniones de negocios, etc; factores emocionales, el comer según el estado de ánimo, si hay tristeza, angustia; y otros factores que participan en el acto de comer son los olores y sabores de los alimentos.
Diferentes estudios internacionales dan cuenta que comer en forma excesiva está gatillado por factores ambientales, de los cuales la mayoría de las personas no están concientes de ellos.

Un ejemplo de ello es lo publicado el año pasado en el New England Jornal of Medicine, que indicaba que una persona tiene un 57% de posibilidades de convertirse en obeso si tiene algún amigo con esta patología.

Al respecto, la nutricionista del Centro de Tratamiento de la Obesidad de la Universidad Católica, Ana Palacio, sostiene que el acto de comer es un proceso regulado por varias señales, entre ellas señales endocrinas (niveles de hormonas), metabólicas y ambientales.

“Las señales ambientales tienen que ver con factores sociales como cumpleaños, matrimonios, bautizos, reuniones de negocios, etc. También factores emocionales, el comer según el estado de ánimo, si hay tristeza, angustia. Otros factores que participan en el acto de comer son los olores y sabores de los alimentos”, sostiene.

A continuación la especialista se refiere a aquellos factores ambientales que más influyen a la hora de comer en exceso:

-El volumen o cantidad de comida aumenta cuando se come con amigos o más personas:
“Efectivamente, cuando nos reunimos con amigos es por unas cuantas horas, las que generalmente están acompañadas de alimentos. En esa ocasiones las personas no están muy concientes de la cantidad de comida consumida, lo que lleva en ocasiones a comer más de la cuenta”, asegura la nutricionista.

-La presentación de los alimentos también influye en comer más:
“Obviamente platos mejor presentados, con agradables coloridos, olores y sabores invitan a comer más. A pocos le gusta repetirse un pollo hervido con una pobre ensalada de tomates”, indica.

-Un entorno o atmósfera placentera también influiría en comer mayores porciones:
“En ambientes gratos, una se relaja y puede comer más, pero también se puede lograr comer cantidades adecuadas en éstos ambientes, siempre y cuando seamos concientes y tengamos una buena conducta alimentaria. Porque el secreto para comer menos no está centrado en comer en un ambiente desagradable”, aclara.

-Se come más cuando se cree que la comida que se está ingiriendo es saludable:
“No necesariamente, la comida chatarra suele comerse en grandes cantidades, con efectos nocivos por todos conocidos”, manifiesta.

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