05 mayo 2009

La nariz es una de las partes más características del rostro. Hay quien dice que una forma determinada de nariz puede aportar carácter o personalidad a una persona y hay quien piensa que si la tuviese de otra forma se veria mucho más guapa y atractiva.

Desde luego que es cuestión de gustos pero lo que no podemos olvidar nunca es la armonía. Con el maquillaje podemos hacer pequeñas correcciones pero siempre de manera limitada ya que la única forma de cambiar la fisonomía de una nariz es con la cirugía estética.


Lo que vamos a intentar es aportar al rostro en la medida de lo posible armonía, y para ello vamos a recurrir al maquillaje. El maquillaje de color claro lo utilizaremos para aportar relieve y el oscuro para dar profundidad y disimular.


La nariz puede ser de diferentes formas y la corrección dependerá de su forma y de lo que pretendamos conseguir:


Longitud
Puede ser larga o corta, para recrear una nariz más larga aplicaremos en la punta de la nariz un maquillaje mucho más claro que en el resto del rostro, si por lo contrario es larga aplicaremos en la punta un tono oscuro.


Anchura
Para disimular una nariz demasiado ancha utilizaremos un maquillaje o corrector oscuro en los laterales de la nariz, desde donde nace la ceja hasta los laterales. Si la nariz es muy estrecha usaremos a ambos lados de la nariz un color claro para dar mayor anchura.

Nariz prominente
Cuando lo que deseamos es disimular un tabique muy prominente aplicaremos un tono oscuro en el puente, ópticamente parecerá más recta


Fuente: Arrebatadora

Consejos para tu rostro



Llega el otoño y con este nuestra piel se comienza a poner tirante y con aspecto deshidratado (a causa del frío), presentando arrugas.


Para realizar la limpieza debemos descartar todo tipo de jabón, porque resecan en exceso, por eso es mejor cremas hidratantes.

Además, una receta interesante es mezclar 60 gramos de gel de aloe vera, una cucharadita de aceite vegetal, una cucharadita de glicerina, media cucharadita de extracto de semilla de uva, 4 gotas de aceite esencial de romero. Cada aplicación se debe agitar y retirar con un algodón mojado en agua. Otra alternativa es mezclar medio litro de agua con 50 gramos de almendras pisadas y 25 gramos de azúcar. Se debe filtrar el líquido sobrante y aplicar sobre el rostro.